La vida Interior. El enésimo cómic sobre el confinamiento

Daniel Raya
12 dic 2020
2 Min. de lectura

Lorenzo Caudevilla nos trae este cómic que ya forma parte de todos, porque la Covid pasará, pero todos nos acordaremos de lo que hacíamos esos meses de confinamiento.

Salir al balcón a aplaudir a las 20:00, esos largos paseos con el perro para poder estirar un poco más las piernas, desinfectar la compra antes de guardarla o simplemente asomarse por la ventana y ver esas calles solitarias. Son cosas que hicimos todos durante aquellos meses de cuarentena. Lorenzo Caudevilla además, hizo este cómic, una historia en la cual muchos nos veremos reflejados de una forma u otra.

El día que se declaró el estado de alarma, el 14 de marzo, Lorenzo empezó esta aventura, un cómic autoeditado que lleva la friolera de más de 400 copias vendidas. En ella, nos muestra de formas muy diversas, como él y el resto de la población pasaban los días. Un diario de confinamiento repleto de referencias artísticas y literarias, llevadas al tema en cuestión. Muchas de ella tratadas con un toque de humor (genial la que hace referencia a "El gran dictador") , que es de la mejor forma que podíamos pasar esos meses. Aunque también sin olvidar, de una forma emotiva, todo el esfuerzo y sacrificio que tanta gente hizo esos días.

Con diversos estilos de dibujo, incluso de mezclar con fotomontajes, aunque la mayoría con un estilo más cartoon, tenemos casi una mini historia por página, saltando de historias personales, a otras más generales, pero todas narradas con un estilo y tacto como solo un tema como este se merece. Lo que empezó como una aventura en redes, ha terminado como una obra en gran formato disfrutable por todos.

¿A cuántos de vosotros os dio por haceros unos expertos cocineros? ¿Y por hacer deporte? Este no es un cómic sobre superhéroes o uno que te vaya a cambiar la vida, eso ya lo hizo la pandemia, es por eso que cómics como este son tan importantes. Para no olvidar, para recordar que hicimos durante ese tiempo, porque aunque pasen los años, siempre tendremos una historia que contar. Yo prefiero recordarlo con una sonrisa, recordar los momentos felices en una época triste, y eso lo consigue Lorenzo con esta obra.