Lois Lane #1 | Reseña

Daniel Raya
4 oct 2020
2 Min. de lectura

El autor aclamado por la crítica y superventas Greg Rucka y el maestro narrador Mike Perkins se unen para una historia de conspiración, intriga y asesinato que lleva incluso a Lois a sus límites.

De una forma casi inconsciente este número de Lois Lane nos trae a la cabeza otra obra de Rucka, Gotham Central. La razón de este hecho, una historia donde los protagonistas son personajes secundarios de una de las series franquicia de DC. Con una ambientación y guión que atrapa desde el principio es, además, una historia sobre seres humanos llevados al límite. Ver a algunos de estos personajes en situaciones tan complejas y , por momentos dando la sensación de estar desbordados, es sin duda sello Rucka.

En este primera grapa, vemos a Lois Lane haciendo lo que se la da mejor, investigar y publicar una historia de las que pueden molestar a las más altas esferas. Mientras tanto, recibe la llamada de Perry White, editor del Daily Planet, que le informa de que una conocida de Lane ha sido hallada muerta en Rusia después de criticar al Kremlin. Golpeada por la ira y por lo mal que huele el asunto, Lane le pide ayuda a una vieja conocida para que descubra más sobre lo sucedido.

Estamos ante un cómic que mezcla investigación,romance, conspiraciones y drama de una forma que no resulta exagerada, donde vemos a Lois con problemas tanto en su vida profesional como en la privada siendo el punto de mira de los medios de comunicación. El trabajo de Perkins en esta historia, donde hace una demostración de como dibujar diferentes géneros dentro de un mismo cómic, es para destacar. Las expresiones de los personajes aunque sean claras, no están sobrecargadas. Dando protagonismo en muchas de las viñetas a las sombras y, unas escenas más familiares en las conversaciones de Lane con algunos de los personajes más cercanos a ella, hacen sino dar más claridad a lo que se quiere contar en cada momento. Demostrando una vez más que cuando se narra bien y se tienen claras las ideas, no hace falta diálogo.

Este primer número nos pone las bases para lo que parece una historia principal y, dejando hilos hacia futuras situaciones, expandiendo este cómic hacia un futuro prometedor, demostrando que tanto Rucka como Perkins reman en la misma dirección, que no parece otra que una gran historia.