Reseña | El Gaucho

Daniel Raya
26 sept 2021
3 Min. de lectura

Actualizado: 27 sept 2021

Hugo Pratt y Milo Manara dos genios del mundo del cómic, cuentan en "El Gaucho" una historia sobre un capítulo importante de América del Sur.

Esta segunda colaboración entre Hugo Pratt y Milo Manara es una historia mucho más compleja que su anterior "Indian Summer". Manara, en "El Gaucho", publicado por primera vez en 1991, tiene el control total de la línea sensual y la imaginación vívida que lo ha convertido en uno de los artistas de cómics más venerados del mundo. Escrito por su amigo y colega dibujante Hugo Pratt , El Gaucho trata sobre la invasión británica de Argentina a principios del siglo XIX (Pratt pasó la mayor parte de sus veinte en Buenos Aires).

Con Hugo Pratt a cargo de la historia, este cómic es, como se esperaba, rico en contexto histórico, oscuro y violento en la trama, cínico y en su mayoría pesimista en el desarrollo del personaje. El punto de partida es un episodio de las guerras napoleónicas, donde Inglaterra trató de sacar provecho de la debilidad de la España ocupada y atacó Buenos Aires en 1806.

Historia

Tom Browne es visto por primera vez 84 años después de los hechos que relata, acomodándose en su historia después de llegar a Buenos Aires a bordo de un barco británico en 1806. El insaciable apetito británico por la colonización los ha llevado allí a creer que pueden explotar las tensiones para adquirir más territorio. Esto se complica porque los oficiales de alto rango son todos miembros de logias masónicas, y algunas logias en el extranjero tienen diferentes ideas sobre cómo se debe dividir el botín.

Bajo este telón de fondo de geopolítica olvidada, seguimos la historia de Tom, un soldado enamorado de una de las chicas irlandesas, Molly Malone, integrante del grupo de prostitutas encargadas de dar placer a los oficiales. Algo que repugna al joven soldado, que al ofrecerse para una misión de reconocimiento y enlace con los rebeldes es capturado.

Dentro de eso, sin embargo, están los toques que marcan a Pratt como un excelente escritor. La interacción de sus personajes es creíble e intrigante. La historia tiene pasajes algo truculentos y no falta el sexo, pero debe convenirse en que es una historieta para adultos pensada además en función de Milo Manara y su talento para el dibujo erótico y Pratt confía en este para transmitir la sutileza emocional necesaria en algunos lugares.

Arte

El arte de Manara es impresionante. Sus paisajes son preciosos y el elenco tienen un sentido de vida y movimiento a ellos. No tiene reparos en ilustrar un regimiento de infantería ligera escocesa, con una precisión histórica impecable. Hay contenido sexualmente explícito. Se podría decir que la trama está ideada para incluirlo, y como lo hace en su propio trabajo, Manara se deleita con él, creando una Molly Malone obscena y vibrante..

Desafortunadamente, El Gaucho se acaba demasiado pronto; Su final abrupto dejará a la mayoría de los lectores con ganas de más. Se rumorea que Pratt iba a regresar a la historia con una secuela, y la configuración de la historia ciertamente insinúa esto. Pero su muerte, pocos años después de la publicación de la primera parte, echó a pique esos planes. Es una pena, porque El Gaucho es una poderosa pieza de narración gráfica que pide a gritos una mayor exploración.